Comunicado de prensa de los consagrados participantes en el encuentro de formadores

Ciudad del Vaticano, 10 de abril de 2015

Nosotros, consagrados y consagradas, participantes en el Congreso de Formadores de la vida consagrada, celebrado en Roma del 7 al 11 de abril de 2015, sentimos la urgencia de denunciar, “con la voz frágil y potente del Evangelio”, la persecución de los cristianos en diversas partes del mundo. Nos sentimos particularmente cercanos a cuantos sufren en el mundo por causa de la fe en Nuestro Seňor Jesucristo y manifestamos nuestra comunión con todos los consagrados y consagradas que en las diversas periferias del mundo sufren por su condicion de cristianos y consagrados. Les agradecemos el testimonio de fidelidad a su vocacion/mision de consagrados y su permanencia junto a quien sufre, al tiempo que les tenemos presentes en nuestra oración.

Nosotros, consagrados y consagradas del mundo entero, nos unimos a la oración del Santo Padre Francisco y a la de toda la Iglesia para que la paz, don de Cristo resucitado, pueda prevalecer sobre el odio y la violencia y los hombres se reconozcan todos como hermanos. Oramos para que los que realizan tales actos de violencia vuelvan el corazón al Dios misericordioso, autor de la vida.

Hacemos una llamada a los gobiernos para que tomen medidas concretas en favor de la pacificación entre los pueblos y pueda cesar la espiral de violencia en la que se encuentran tantas víctimas inocentes, particularmente mujeres y niňos.

María, madre de la Iglesia y de la Vida consagrada, interceda ante Su Hijo para que conceda la paz y la concordia al mundo entero.

En nombre de todos los consagrados,

João Braz Card. De Aviz
Prefecto

+José Rodríguez Carballo
Arzobispo Secretario


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