Queridos hermanos:
Una vez más experimentamos la alegría del encuentro para compartir la vida en el Correo de Familia. Como cristianos nuestro fundamento es Cristo mismo y Él es la alegría verdadera. San Pablo así nos lo recuerda: “alégrense en el Señor” ya que Él es la fuente de la verdadera alegría, el gozo definitivo y estable que ha vencido a la muerte. La alegría hace parte de la historia que el creyente vive con Cristo, “historia de una experiencia profunda que el hombre tiene de su Dios en Cristo”.